La medida de Biden responde a preocupaciones de seguridad nacional, ante el temor de que empresas chinas y rusas accedan a datos de conductores en EE.UU.
Este lunes, de acuerdo con Joe Biden, presidente de los Estados Unidos propuso una nueva normativa que busca prohibir la circulación de dos tipos de vehículos fabricados con tecnología vinculada a China y Rusia: los vehículos conectados, que interactúan con otros autos o infraestructuras, y los vehículos autónomos, capaces de operar sin conductor. La medida, en esencia, cerraría el mercado estadounidense a los automóviles chinos de nueva fabricación.
Esta iniciativa responde a crecientes preocupaciones de seguridad nacional ante el riesgo de que empresas chinas y rusas puedan acceder a los datos de conductores e infraestructuras dentro del país, o incluso tomar control remoto de los vehículos, lo que podría causar accidentes o interrumpir las vías de tránsito. Así lo explicó la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, durante una conferencia de prensa telefónica.
“Los coches ya no son solo acero y metal sobre ruedas”, señaló Raimondo. Destacó que los vehículos modernos, equipados con tecnologías como Bluetooth, celulares, satélites y wifi, son potencialmente vulnerables a ciberataques o manipulaciones externas.
En la actualidad, la mayoría de los automóviles nuevos en las carreteras estadounidenses, ya sean de gasolina o eléctricos, se consideran “conectados”.
Estos vehículos incorporan hardware que les permite conectarse a internet o servicios en la nube, compartiendo datos tanto con dispositivos internos como con otros externos.